La
noche que conocí a Lennon
Era
de madrugada en la encrucijada de Turmero
y el local estaba casi vació, un borracho trataba de comerse un pan relleno con
pernil, pero solo daba mordiscos en el aire, el pan invicto se burlaba de su
verdugo tambaleante.
Yo
tomaba un café de esos que por la espesura parecen tinta y por su amargura se
asemejan a una conversación con la ex esposa. Trataba se me pasara una rasca
descomunal que había agarrado tomando cucuy de penca con Leo Villaparedes.
Afuera mi viejo Century del 86 con el capó abierto esperaba que un mecánico de
los que día y noche permanecen en el sitio
le cambiara la correa del alternador.
Entonces
entro Lennon como si nada, lo salude levantado la mano, llevaba puestos unos
jeans gastados, una camiseta con la
cara de Ho Chi Minh y unas sandalias de hippie.
No me asombre tanto por su presencia estando muerto como por el hecho de que se
dirigiera a mi en español, un tanto tarzaneado como el de los gringos. -¿Tu ser
de aquí? ¿En esta negocio venden Sándwich vegetariana? -le dije que no, que
solo vendían de pernil. Puso cara de asco, Lennon en sus últimos años no comía
carne de ningún tipo.
Era
un tipo un poco desagradable y místico .no hablaba mucho, mientras se comía un melón en ruedas,
contó que venia del llano donde un fanático médium de San Fernando lo había hecho aparecer en medio de un
parrando de joropo, me dijo que le había gustado el sonido del arpa en medio de
la noche inmensa, la acústica perfecta. Le pregunte por sus compañeros de los
Beatles. Puso mala cara y luego sonriendo con una mueca, saco a relucir una
mala frase en ingles -"sons of bitches"- .
-Yoko
es una santa, ellos no la entendieron - dijo en voz baja un poco triste,
ajustándose las gafas redondas.
Yo
como millones de melómanos en el mundo, odiaba a aquella mujer que acabo con el
equipo musical mas famoso de todos los tiempos, pero no le dije nada, ya estaba
bueno de que se lo achacaran tanto al pobre John.
Quise
preguntarle muchas cosas, con una cara de pocos amigos rechazo mas preguntas
.Termino su melón me alargo su mano que por cierto me pareció caliente para ser
de un fantasma y se dirigió a la puerta silbando "Imagine”.
Pague la cuenta y Salí tras el, había desaparecido,
en la acera unos borrachos bebían y cantaban "familia es familia " de
Rubén Blades. Vi que el mecánico estaba cerrando el capó del century y me traía
las llaves.- Son quinientos- me dijo, y ahí se me pasó la borrachera.
!Quinientos por cambiar una correa!.
Cuando
llegue a casa mi mujer me armo un escándalo, con el consabido discurso de
"Estas no son horas " "Seguro que andabas con unas P..." y
el tradicional "Muy bonitooo" . Me dejo tranquilo cuando le conté mi
encuentro con Lennon. Diciendo con voz de medusa -ahora si que el aguardiente
te esta volviendo loco-.
Demás
esta decir que la noche que conocí a Lennon y muchas noches siguientes dormí en el sofá de la sala por culpa del
cucuy de penca y la correa del alternador de mi viejo Century modelo 86.