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viernes, 24 de agosto de 2012

El susto


El susto

     Después de morirse, Francisca Augusta fue mucho más amable y cordial con las otras habitantes de aquella  casa vieja en San Mateo. En vida además de beata y  santurrona había sido mandona chismosa y prepotente, ahora muerta se enteraba de todo solo atravesando paredes y puertas , para mantener su gobierno solo tenia que asustar a Etelvina a Crucita y  a perla de vez en cuando moviendo una silla o tumbando un plato en la cocina o apagando las luces de los cuartos. Pero su paz de fantasma cambio cuando se mudo el primo Remigio a esa casa vieja donde Vivian tres viudas .Aquel hombre callado había pedido un cuarto en alquiler y las hermanas se lo habían alquilado debido a la precaria situación económica de aquella familia de mujeres.

     En el primer momento Francisca augusta decidió echar a aquel intruso, con paciencia de fantasma, pensaba como lo, decidió hacerlo esa tarde, y así fue. Remigio llego del trabajo y se metió en el baño a quitarse el polvo de un día de faena, entonces Francisca Augusta atravesó la pared para espantarlo. Grito muy fuerte con un grito que nadie escucho, se había quedado paralizada casi que se muere otra vez, aquel fantasma de señorita vieja nunca había visto a un hombre desnudo y aquel  remigio era de los que tienen casi una tercera pierna, del asombro paso a la vergüenza. Se fue a esconder al cuarto de los cachivaches donde dormía sus sueños de fantasma.

     Desde entonces Francisca augusta ha cambiado, solo asusta  a las visitas y los gatos que viven en las tejas, en las tardes se asoma a las celosías y ve pasar la gente y los carros, de vez en cuando con curiosidad de solterona le echa un vistazo  a remigio desnudo  y sonriendo con tristeza dice! si vuelvo a nacer me caso!

De Juan Francisco Lara Fernández

Cagua 24 Agosto 2012

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