Mozart

miércoles, 25 de abril de 2012

Sonrisa burlona


Elena y yo discutíamos, habíamos salido de la fiesta insultándonos, eran las tres de la madrugada una media luna brillante sonreía desde arriba , la soledad de las calles era una puesta de escena perfecta para el fin de nuestra relación;tres años de infidelidades mutuas ,tres años de pasión desbordada y enfermiza, tres años de un desgaste emocional ,que llegaba hasta sus intentos de suicidio y mi alcoholismo ,la discusión;lo mismo de siempre ofensas y palabrotas, culpas no reconocidas y reclamos estériles por naderías ,ojala te trague la tierra grite, de una ventana alguien molesto por los gritos sumo un insulto a los nuestros y lanzo una botella que paso por encima de de nuestras cabezas, seguimos caminando ,los perros de la calle aullaban su canción desafinada ,luego el silencio de las palabras, habíamos comprendido que era nuestra ultima vez , solo caminar y no volver a vernos , como su casa era mas lejos que la mía decidí acompañarla como un ultimo gesto , al cruzar una esquina vimos un gran agujero,era una alcantarilla sin tapa como de dos metros de largo ,la esquivamos y entonces sucedió algo espantoso , de un salto un ser horrendo y muy grande salio del agujero,una masa fuerte y nervuda de piel babosa y pequeños ojos de insecto, tomo a Elena con sus brazos de cangrejo y con su asquerosa boca de tortuga comió sus piernas y su torso , de ultimo sus brazos ,no comió la cabeza pero asiéndola por el cabello, aquel cabello rojo como el fuego del que una vez me habia enamorado,se la llevo como quien lleva un trofeo, luego aquella criatura de pesadilla desapareció por donde habia salido hacia las entrañas de la tierra . 
A los días desperté en el hospital , tenia mucho miedo, los doctores me dijeron que habia sufrido una crisis y cuando me encontraron gritaba como loco a una alcantarilla de la calle, luego los policías, no creyeron mi historia los testigos en la fiesta dijeron que yo amenazaba a la victima, tampoco encontraron nunca los restos de Elena, creyeron que yo la habia matado en esa calle y que desquiciado por el crimen habia olvidado donde oculte el cadáver,que me habia vuelto loco,mi historia era un delirio de un perturbado asesino ,desde entonces estoy aquí en esta cárcel manicomio donde vivimos otros tres presos y yo cada uno en su celda de paredes sucias ,a veces me alegro de no tener que salir a la calle de donde cualquier agujero puede salir aquella criatura horrible que cambio mi vida, de vez en cuando me subo a mi catre y al asomarme por la pequeña ventana veo una media luna que me observa  con su burlona sonrisa.

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