Mozart

lunes, 30 de abril de 2012

El perseguido

En ese momento mil cosas pasaron por mi mente, la muerte inminente la tortura ,y sobre todo sobrevivir a esa difícil y angustiante situación.En la puerta estaban los cuatro hermanos Funes;personajes salidos de uno de mis cuentos armados hasta los dientes ,querían torturar y matar a mi inusual visitante Camilo Rosas , otro de mis personajes tambien salido de  mis cuentos que a su vez me buscaba para hacerme pagar con la vida por su desgracia, hoy regresaban a mi convertidos en verdugos ,hay que tener cuidado con lo que uno escribe .

Ya  comenzaban a forzar la vieja puerta de madera cuando mire hacia la ventana abierta y sin pensarlo salté, a una altura de mas de dos metros estaba la ventana del suelo pero pude caer y levantarme rápidamente enseguida ,Camilo Rosas tambien cayo y corrimos por  los patios hasta llegar a la carretera,  nos adentramos en unos matorrales ,el miedo que hace unos instantes habia visto en su cara ahora se apoderaba de mi y temblaba como si un gran frió se metiera en mis huesos .
Sentimos los gritos y el barullo,ya nuestros perseguidores estaban cerca debíamos correr y escapar ,pero Camilo Rosas se quedo paralizado en medio de un claro en el espeso monte,me dijo ya esta bueno, llevo años huyendo ,no creo poder soportarlo mas ya mi cuerpo es un despojo ,esperare aquí para enfrentar a los hermanos Funes ,lo que no me permitiste hacer Tu Juan al escribir ese cuento donde me transformaste en ladrón y en cobarde .
Un sentimiento de culpa  y de vergüenza  me invadió,solo pude mirarlo a los ojos de nuevo y despedirme con un gesto, tenia que escapar de ahí , se escuchaban los gritos y los disparos estaban muy cerca , corrí y mientras corría Camilo Rosas gritó, Ahora sufrirás lo que yo he sufrido Juan, ahora sabrás como es vivir huyendo ese sera tu castigo. Pude correr y esconderme tras unas piedras en la punta de una pequeña colina ,pude ver como los cuatro hermanos Funes ataban a Camilo rosas y lo azotaban ,luego le dispararon en las piernas ,ni un quejido salio de la boca de aquel hombre viejo , después todos al mismo tiempo descargaron sus armas y aquel infeliz recibió el descanso que tanto habia anhelado .

Con horror escuche cuando decían ahora solo nos falta el condenado escritor, ese tambien nos las pagara
corrí  entre los montes , por los caminos y en todo tipo de transportes, desde hace poco estoy aquí en este pueblo lejano y marchito donde nunca pasa nada y solo el toque de las campanas en la iglesia trastoca la monotonía.
Escribo este relato con la esperanza de que alguien lo lea y me ayude a matar a los hermanos Funes ,pero se que tal vez sea lo ultimo que escriba ,ahora debo irme seguir huyendo para  pagar mi gran error ,haber creado personajes y haber jugado con sus destinos.

Cagua Venezuela Abril 2012

De Juan francisco Lara Fernandez.

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