Juana de los Santos

Juana de Los Santos no era como las otras niñas, no gustaba de jugar a la rueda cantando la "Señorita" o "la Ere",en el recreo se sentaba en un escalón de la entrada y soñaba despierta con un lugar hermoso con muchas matas de guayaba  y mariposas de color rosa, ya en el salón de clase de quinto grado seguía soñando mientras la maestra leía en voz alta versos de" la Iliada " y entre las matas de guayaba y las mariposas de sus sueños veía aparecer a la bella Elena de Troya comiendo guayabas sin sacarle los gusanos. A la fatal pregunta de la maestra solo pudo responder- Era una reina griega que fue raptada por un principe troyano,ella comía guayabas con gusanos en el jardín y las mariposas rosadas la abanicaban con sus alas- Todas las niñas del salón soltaron una carcajada y en medio de los gritos de la maestra, Juana de los Santos fue obligada a permanecer en el rincón de las niñas castigadas, de pie con la cara hacia el rincón, luego se desmayo ante el asombro de todas las niñas y tambien de la maestra.

A los tres días Juana de Los santos Murio de Leucemia en el hospital cercano al internado.Cuando llego al hospital, la enfermedad estaba muy avanzada dijo el medico, como Juana de los Santos nunca se quejo de nada,nadie se dio cuenta de algún síntoma en esa niña que siempre estaba sola y pensativa. Juana de los Santos solo tenia de familia a una anciana tía que vivia muy lejos, se decidió enterrarla en el pequeño cementerio detrás de la capilla del internado, Junto a las tumbas de antiguos curas y monjas fundadores del viejo instituto.

Hacia frió y el sol de la mañana brillaba con pereza, alrededor de la tumba de Juana de los Santos las niñas del internado con sus almidonados uniformes blancos veían como la tierra cubría la caja de madera donde estaba el cadáver de aquella niña rara y distraída.Si estaban tristes pero no era por Juana de Los Santos, era por el temor natural a la muerte en el primer contacto con ella, algunas niñas lloraban de miedo, otras cuchicheaban tonterías ,mientras el viejo cura decía la ultima oración al pie de la tumba.

Entonces todas notaron el penetrante olor a guayabas maduras,era tan fuerte que las niñas y las maestras buscaban con la vista de donde salia, pero no avistaron ni una sola guayaba, solo vieron las miles de mariposas rosadas que venían de todas partes a posarse sobre la tumba de Juana de los Santos.

De Juan Francisco Lara Fernandez.

Dedicado a mi maestra Alicia quien me enseño a amar a los libros tanto como a las personas.

Cagua 26 Junio del 2012