Mi cuñada alimenta a un pájaro, creo que cayo del nido y para no dejarlo morir lo recogió, es un cristofué de plumas feas y sucias ni siquiera canta y cuando lo intenta le sale un graznido como de cuervo herido. Pero como lo cuidan le dan comida y agua, el poco a poco aprende a volar y a cantar, a cambiado sus plumas y ya no se ven sucias ni feas, se va volando y regresa cuando le da hambre o sed, le pusieron cristo seguro por lo de cristofué. Viene por las tardes a comer casi sin fuerza, no aprendió a alimentarse como los otros pájaros ni a beber agua en las hojas de los árboles. Va y viene cansado al ocaso cuando se va el sol. Ayer al hablar con mi hermano le pregunte por aquel pájaro que había visto yo en su casa, me dijo , lo tengo en la nevera en una pequeña caja de cartón y ante mi asombro me contó que hacia dos días el pájaro había muerto y lo metió en el congelador para cuando tuviera tiempo enterrarlo, me causo gracia y le pregunte ¿porque y donde lo enterraría? el solo me dijo, nos trajo alegría y en medio de mil problemas nos enseño que siempre se puede ayudar a vivir, por eso lo vamos a enterrar al pie de el arbolito de azahar, estará bien ahí.Esa noche pensando, en la tranquilidad de mi casa ,recordando esta pequeña historia y sintiendo en mi mente el olor de las flores de azahar en el jardín de mi hermano, en mi imaginación pude ver aquel pequeño cuerpo en la tierra alimentando al arbolito y formando parte de el, entonces me dije para mis adentros !que cosa mi hermano sin saberlo es un poeta!
Juan Lara F.
Cagua 17 de junio de 2009
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